LA PROPUESTA DEL PDIC.
La comunidad de la urbanización Las Marites,
hoy más que nunca, tiene la oportunidad de participar en una propuesta de
mejoramiento y crecimiento
incluyente, para atender los problemas, las necesidades, carencias y
aspiraciones, sobre aquello que afecta la calidad de vida de sus habitantes.
Problemas puntuales, como el bajo nivel de
eficiencia de los servicios públicos y privado; la necesidad de atención
periódica en los programas institucionales de saneamiento y embellecimiento ambiental;
de comunicación alternativa; de salud humana, animal y vegetal; de producción y
economía; de seguridad y educación. La carencia de iniciativas propias para
ejercer, en conjunto, la autonomía administrativa de los condominios; la
recreación comunitaria; la producción autónoma de bienes y servicios, son,
entre otros factores, oportunidades para desarrollar desde nuestro
espacio de vida, alternativas de desarrollo integral: mediante el
replanteamiento del modelo existencial que hemos tenido desde que vivimos aquí:
El modelo “Cada quien por su lado”, confiando que tres voluntades de un
condominio pueden solucionar asuntos que son complejos, y deben contar con la
participación de todos y todas, es un ejemplo como para pensar. Es el modelo
que podemos cambiar para darle otra expresión a nuestra urbanización,
aprovechando que existen los condominios como unidad básica de la organización
vecinal.
La propuesta en si misma es atractiva:
·
En primer lugar, porque es una expectativa no cubierta en el espíritu
colectivo de los vecinos y las vecinas y,
·
En segundo lugar, porque es un pronunciamiento que siempre han
manifestado en todas las asambleas, reuniones de condominio y hasta en las
pequeñas tertulias ocasionales que se realizan en grupos amistosos y familiares,
donde se concluye que:
¡Queremos que “esto” mejore sustancialmente!
La idea de superar las carencias que tenemos en
el urbanismo, para mejorar la calidad de vida, puede ser aprovechada
para proponer planes concretos donde se defina el método a seguir para
lograr los objetivos. Pero eso si, tenemos que activarnos para obtener los
resultados deseados, es por ello que se requiere elaborar y presentar proyectos.
Si esta comunidad introduce proyectos en estos dos meses, para el año entrante
podemos estar entre los primeros aprobados.
El Consejo Comunal propone el modelo: Participativo,
Democrático.
Autónomo
Colectivo
Planificado
Financiado.
Todos y todas las personas mayores de 15 años
pueden participar en la elaboración de proyectos.
Los proyectos, canalizados a través del
Colectivo de Coordinación Comunitaria son revisados y expuestos ante la
Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas para su democrática aprobación.
Los proyectos del Consejo Comunal son
respetados por las instituciones quienes no tienen ingerencia en las decisiones
autónomas de la comunidad, más allá de aquellas observaciones en el
orden técnico, administrativo, legal que puedan inteferir en la aprobación
institucional para el crédito.
Los proyectos individuales y grupales todos
deben ser aprobados por el Consejo Comunal a través del Colectivo de
Coordinación Comunitaria, antes de presentarlos a la ACC, para su definitiva
aprobación, lo que infiere el carácter colectivo de su .
El proyecto en si mismo surge de una fase de planificación.
Cada proyecto debe calcular un presupuesto real
indique al ente financiero, los montos de su costo.
Es nuestra decisión aceptarlo y constituirnos
en dinamizadores de un trabajo cuyos beneficios, además de las obras tangibles,
dejará en nosotros la agradable sensación de haber aprendido a hacer cosas
juntos.
Los voceros y voceras principales o suplentes,
que decidan (por desconocimiento del funcionamiento; razones de protagonismos,
personalismos o criterios individualistas), no cubrir la instancia del
Colectivo de Coordinación Comunitaria estaría incurriendo en desacato. El
Consejo Comunal tiene normas en su organización. Es fundamental que la vocería
se empape de la Ley de los Consejos Comunales.
La motivación al logro.
Como hecho concreto, el logro es posible. Lo que comienza en una sencilla
conversación puede convertirse en una fuerza interior de querer
hacer, en una razón para dar, en una nueva percepción del
disfrute, que ya no está en un escenario donde vemos la obra, sino que ahora
somos actores en la obra: ese lugar agradable y reconfortante, hecho a la
medida de nuestras aspiraciones, lo podemos construir.
¿Si cree que un replanteamiento ambiental y
humano, es posible?.
Digalo Ud., escribiendo su comentario u
opinión, al respecto.
En el trabajo comunitario, la participación es
libre y voluntaria, pero requiere disposición y organización. Para ello, el Colectivo
de Coordinación Comunitaria, ha clasificado la información recogida en el Estudio
Demográfico y Socioeconómico, cuyo diagnóstico sirve de marco para elaborar el Plan
de Desarrollo Integral Comunitario.
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